Hoy, ahora, al volver del trabajo en esta ya madrugada de sábado, he leído en "La palabra del día" de dónde viene la palabra recordar.
Llamadme romántica, pero me ha parecido tan bonito que me apetecía compartirlo.
Resulta que en la Antigüedad pensaban que el órgano más importante del cuerpo humano era el corazón, que todo tenía su origen ahí. Consecuentemente, consideraban que la memoria estaba alojada en el lado izquierdo de nuestro pecho.
Pues bien, "recordar" viene de la raíz latina "cor", corazón. ¿No os parece muy lógico? Recordamos algo porque el corazón nos dice que eso ya lo hemos visto, o vivido. Y por eso en varios idiomas saberse algo de memoria equivale a sabérselo "de corazón": par coeur en francés, by heart en inglés, de cor en portugués.
Llamadme romántica, pero me ha parecido tan bonito que me apetecía compartirlo.
Resulta que en la Antigüedad pensaban que el órgano más importante del cuerpo humano era el corazón, que todo tenía su origen ahí. Consecuentemente, consideraban que la memoria estaba alojada en el lado izquierdo de nuestro pecho.
Pues bien, "recordar" viene de la raíz latina "cor", corazón. ¿No os parece muy lógico? Recordamos algo porque el corazón nos dice que eso ya lo hemos visto, o vivido. Y por eso en varios idiomas saberse algo de memoria equivale a sabérselo "de corazón": par coeur en francés, by heart en inglés, de cor en portugués.
Y yo he decidido que estoy de acuerdo con Aristóteles y sus contemporáneos. Quisiera que el cerebro, ese conglomerado tan poco estético y abultado que tenemos dentro del cráneo, no tuviese nada que ver con nuestros recuerdos, y que la memoria fuera algo que sólo tuviera que ver con el corazón.