jueves, 28 de febrero de 2008

Jalal en Berlín


Por fin ha podido venir Jalal a verme a Berlín. Estuvo aquí cuatro días. En ese tiempo paseamos mucho por Berlín (cuando el mal tiempo nos dejaba), comimos en chinos, mexicanos e indios (lo de las salchichas no cuela), vimos museos y trozos de muro, salimos con mis amigos... El objetivo era que Jalal entendiese por qué me gusta tantísimo Berlín y creo que lo conseguí. Vamos, que lo pasamos muy bien. Aquí os dejo las fotos.

No podía faltar la foto delante de la puerta de Brandenburgo.

Delante de la casa de la Sra. Merkel.


Con un trozo de muro (que pasa justo por delante de lo que eran el cuartel general de las SS).

Con otro trozo de muro, está vez más colorido.


Jalal con el Alex al fondo.



Baño de neoclasicismo en Gendarmenmarkt.





Delante de la Universidad Humboldt.




En el monumento al Holocausto.





Esta foto me gusta mucho.
Detrás de Jalal, lo que queda del socialista Palacio de la República.
Detrás, la catedral de Berlín.



En el museo de Pérgamo,
con una maqueta de la Puerta de Ishtar (Babilonia).
Detrás se puede ver el paseo procesional restaurado.




Jalal abandonando el sector americano en el Checkpoint Charlie.





Y yo, con una colección de Trabant.



En la terraza del Reichstag.


En Berlín no podía faltar la cerveza de medio litro...


Con berlineses de pura cepa: Raphaël, Gabriela y Fabio.


jueves, 21 de febrero de 2008

En las calles de Berlín

Campaña publicitaria vista en el centro más céntrico de la ciudad de Berlín.
(No me preguntéis qué quieren vender, que todavía no me enterado.)





Y este coche estaba al lado de dicho mural, así que me quedé con las ganas de saber si formaba parte de todo el tinglado publicitario....



Conclusión: en Alemania, el Che vende.
(Y ahora que Cuba está en boca de todos...)


miércoles, 20 de febrero de 2008

Visto en la Berlinale

Pequeño resumen de lo visto durante el festival.
(Como podréis ver, no es mucho, pero es para lo que pude conseguir entradas).

De la sección oficial pude ver Caos Calmo de gran estreno mundial con la presencia de todos los actores. Aunque nada más empezar la película pensé "¡Socorro!" porque aquello tenía pinta de melodrama terrible, la verdad es que acabó gustándome. Lo mejor, sin duda, los actores, o debería decir "el actor": Nani Moretti. Lo peor -en mi humilde opinión- es que se nota mucho que es una adaptación de una novela: hay bastantes personajes secundarios y ninguno acaba de estar bien descrito, sino que sólo son una suma de momentos que no aportan demasiado a la película.



Lo segundo peor: la actitud de la Iglesia italiana, que por una escena de sexo entre Nani Morett e Isabella Ferrari (escena algo explícita, es cierto, pero sin pasarse), ha montado un pollo enorme. A veces consuela pensar que no sólo en España pasan esas cosas. Aquí tenéis a continuación un fotograma de tan controvertida escena:





En la sección Forum vi dos películas, las dos japonesas.


La primera, United Red Army, es un documental-ficción (¿se dice así?) sobre uno de los más importantes grupos terroristas de extrema izquierda que surgieron en Japón a finales de los años sesenta y que no duraron mucho más allá de los setenta. Es una película interesante, pero algo difícil de seguir para aquellos que no estamos demasiado familiarizados con la historia de Japón de esos años y que se hace muy larga (dura más de tres horas). Lo más interesante es conocer un poco mejor cómo surgieron esos grupos revolucionarios y qué pasó con ellos (lo cierto es que acabaron igual que la RAF alemana y que Las Brigadas Rojas italianas).
Después de la película el director contestó a las preguntas del público y contó que es amigo personal (o era, en algunos casos) de muchas personas que salen en la película (y que ahora o están en la cárcel, o murieron en el Líbano, o fueron detenidos en Perú, o están en paradero desconocido).









La otra película japonesa que vi en la sección Forum se llama Higurashi. No he podido encontrar nada de información de esta película en Internet, pero tampoco importa, porque era bastante mala. Tiene un principio muy aburrido y cuesta mucho meterse en la historia (de hecho, mucha gente abandonó la sala durante los primeros quince minutos) y encima la calidad de la imagen era pésima. El caso es que al final la cosa mejora un poco, pero aún así, fue la peor película con diferencia que he visto en este festival. Supongo que el director quería contar una historia "íntima" por lo que utiliza "un ritmo lento", pero el resultado es, como ya he dicho, aburrido. Aquí va la única imagen que he encontrado de la peli (está sacada de la página web de la Berlinale).




De la sección Panorama (que suele ser de las más interesantes, por lo visto), vi una película taiwanesa que me gustó bastante, Drifting Flowers, o en taiwanés Piao Lang Chi Ge. Pues eso. Son varias historias cruzadas y el tema principal es, cómo no, el amor. Pero amores que, cuanto menos, podemos llamar inusuales. Una joven ciega y cantante se enamora de su acordeonista (que tiene cuerpo de chica pero se siente chico), su hermana pequeña también está algo enamorada del/de la acordeonista y tiene un ataque de celos al verlos juntos; al mismo tiempo una lesbiana y un gay se casan por contentar a sus respectivas familias pero están enamorados de otras personas, mientras que una señora mayor enferma de Alzheimer cree ver en todas las personas al amor que le abandonó.
Suena todo algo complicado y enrevesado, pero la película merece la pena.






Por último, y en el ciclo retrospectivo dedicado a Luis Buñuel sólo pude ver El ángel exterminador. Confieso que yo de Buñuel he visto más bien poco (por no decir casi nada) y soy bastante inculta en lo que a su cine se refiere. Y lo cierto es que no sé muy bien qué esperaba, pero El ángel exterminador me gustó mucho. Me pareció una película muy sarcástica y crítica, pero también muy divertida (yo me reí unas cuantas veces) y amena. Y es una de esas películas para discutir después de verla, lo cual siempre se agradece.





Pues esa más o menos ha sido mi Berlinale como espectadora cualquiera.

martes, 19 de febrero de 2008

Alfombra roja


Sé que con esta comparación salgo perdiendo, y mucho, pero qué le vamos a hacer, pocas mortales pueden competir con Scarlett Johansson y Natalie Portman. Estuvieron en Berlín presentando The Other Boleyn Girl y como pisaron la misma alfombra roja que yo, pues me ha hecho ilusión.

lunes, 18 de febrero de 2008

El Cairo en la Berlinale

En una de las mesas redondas del Talent Campus llamada "Cairo Underground", que fue bastante aburrida, lo mejor fueron las fotografías del Cairo que proyectaban en una gran pantalla detrás de los participantes (creo que ya lo conté).


Aspecto de cómo quedaban las fotografías proyectadas.



Yo me dediqué a hacer fotos de las fotos y os las cuelgo aquí. La calidad evidentemente deja mucho que desear, pero a mí me siguen pareciendo bonitas. Además se corresponden perfectamente a los recuerdos del Cairo que tengo de cuando estuve allí hace cuatro años (lo cual tampoco es que sea sorprendente, pero bueno).




















¿Os han gustado?

jueves, 14 de febrero de 2008

BTC día 5: De héroes y "biopics"


Pues los exámenes del martes y el miércoles me salieron bastante bien, sobre todo teniendo en cuenta el número de horas que dediqué al estudio. Sigo sin parar en casa ni dormir las suficientes horas, así que os pego el artículo que escribí ayer para el Talent Campus. Está en inglés algo patatero, aviso.

En cuanto recobre algo de tranquilidad (que no creo que sea durante los próximos días, pues la Berlinale sigue su curso y yo ya me he gastado medio sueldo de ataño en tickets para las pelis) escribiré -en español, claro- más sobre todo lo que he visto y estoy viendo y os colgaré fotos varias.



In this edition of the Talent Campus several panels have analyzed different aspects of characters in cinema. Particularly, “Heroes vs. Anti-heroes” (which took place Monday) and today’s “Real Life Emotions”.

In the first panel the discussion was supposed to deal with “the identity of the contemporary cinematic hero”, but it was rather a pleasant chitchat between nice filmmakers who talked about the process of creating a main character. Nevertheless, it was an interesting and amusing conversation.


Ralph Ziman, director of Jerusalema (screening in the Berlinale Panorama) defended his choice of using a criminal as a main character in his last movie “as a way of getting under the skin of the problem” of South-African criminality without being “preachy” or feel like he’s giving moral lectures. Although people could think it’s shocking, the most important thing for him is that viewers understand the motivations of the main character, to show a different perspective of the problem. Benjamin Gilmour (director of Son of a Lion, the story of a Pashtun boy who wants to go to school and screening in the Berlinale Forum and Berlinale Generation) talked about the Pashtun culture, the real protagonists of his movie. Gilmour said that he wanted to show that the reality in Afghanistan does not correspond with the images shown after 9/11 and he also told a lot of funny anecdotes of the film shooting. Julia Jentsch (protagonist of Sophie Scholl and winner of the Silver Bear at the Berlinale 2005) was the only one who talked about “real” heroes. Although her intervention was the least substantial, she explained that in Sophie Scholl she tried to show that the protagonist was just a normal young woman, who only became a heroine because of the extraordinary circumstances under which she lived, the Nazi Germany.

Julie Delpy (director and protagonist of 2 Days in Paris) was the funniest speaker. She said about her character that "it’s a horrible person, that’s what makes her interesting", because "humans are stupid and do stupid things". She also talked chaotically about the process of writing and directing, stated her opinion about Forrest Gump, repeated a thousand times "it’s kind of, you know" and laugh the whole time. Maybe she didn’t talked much about heroes and anti-heroes, but she kept the attention of the public and made everybody laugh.

The panel “Real Life Emotions” gathered together three important filmmakers who have dealt with real life stories and put them in the screen. Director Steven Frears (The Queen), Sandrine Bonnaire (protagonist of Jeanne la Pucelle and director of Elle s’appelle Sabine) and producer Bernd Eichinger (Downfall) talked how they see the differences between the “truth” and its representation, that is, between the real life of historic characters and how their stories are told in a movie.

The discussion was interesting because the speakers had a different point of view. With an incredibly English sense of humour, Steven Frears said that he hadn’t done any documentation work on Queen Elisabeth because he had “lived with her for the last 60 years”, whereas Eichinger told he had spent 10 years researching on Hitler’s life before making Downfall. They also talked about the necessary “invention” of details when telling “a true story”, and Frears insisted that the most important thing is to be always plausible. Another main topic that kept coming during the conversation was distance. The three of them insisted on the fact that keeping a distance with the protagonists of the movie is essential. As Bonnaire said, if you don’t keep this distance, “the movie becomes voyeuristic” and there’s a danger of “stealing” this persons life. Last but not least, Frears summarized the point of view of everybody on stage when he asserted that those films were not biopics, but “records of the time”, and that what’s important after watching them is “to draw conclusions from a time period and from yourself”.


In any case, the conclusion I draw after those two panels is that there isn’t any magical recipe for writing an interesting movie with strong characters. Whether heroes or anti-heroes, historical characters or living persons, what counts is a good script, a good direction and good actors. And I have to say that I also draw the conclusion that filmmakers make films because they cannot speak about their stories: Frears answered almost every question about his film saying “I have no idea”.


Por cierto, por fin están publicadas todas las crónicas del Talent Campus en el blog de Cafebabel Berlin, que es donde debían estar desde un principio:

martes, 12 de febrero de 2008

BTC día 3 - Apuntes al vuelo


Durante el tercer día del Talent Campus de la Berlinale sólo he ido a una mesa redonda (más que nada, porque hoy tengo clase en la universidad de dos a ocho de la tarde). Pero ha sido muy interesante.

No me da tiempo a escribir nada, que ya es la una de la mañana y mañana por la mañana tengo un examen. Sólo contaré que me he reído a carcajadas con Julie Delpy y su manera de entender el cine. Mañana contaré más.

domingo, 10 de febrero de 2008

Screening (African) Emotions: Berlinale Talent Campus, día 2

El lema de este año del Talent Campus es Screening Emotions: proyectando emociones, o algo así. Y este año, además, también se centra en África (la sección se llama Focus Africa) lo que significa que una buena parte de las mesas redondas, talleres, conferencias, etc., estarán centradas en ese continente.

Por todo ello el artículo -si se le puede llamar así- que he escrito hoy para Talent Campus se llama "Screening African Emotions". Hoy sí que me ha dado tiempo a traducirlo al español (el original lo escribí en inglés -algo patatero, la verdad-) y os lo cuelgo aquí (con algunos añadidos personales que no encontraréis en el original inglés, cortesía de la casa):


Screening “African” Emotions.

Domingo, dos de la tarde, teatro HAU2: el sol brilla fuera (hace un día primaveral) pero decenas de “talentos” intentan encontrar alguna silla libre en una sala a reventar en la que hace un calor sofocante. ¿Qué ocurre? Que es la primera ronda del ciclo “Focus Africa”. Con una mesa redonda formada por expertos del cine africano (productores, periodistas, directores, venidos de Sudáfrica, Zimbabue, Senegal o Nigeria), la charla “Hot Spot Africa” ha llamado la atención no sólo de talentos venidos del África subsahariana, sino también de muchos talentos del mundo entero. Como Alberto, italiano, a quien ya conocimos ayer y que hoy está aquí para “conocer mejor un mundo que queda muy lejos de las producciones independientes europeas”.

Durante más de dos horas, expertos y público han intentado analizar el panorama del cine subsahariano y defendido una “forma africana de hacer las cosas”, como Pedro Pimenta, productor venido desde Zimbabue, ha dicho. Ha habido tiempo para hablar de un amplio abanico de temas: la formación de las nuevas generaciones, la difusión del cine africano, la fundamental cuestión de cómo recaudar dinero, la necesaria cooperación entre países africanos o el increíble fenómeno “Nollywood”. Ese es el nombre que se le da a la industria cinematográfica nigeriana. Nollywood (tras Hollywood y Bollywood) es la tercera mayor productora de cine mundial y un verdadero fenómeno en el panorama del mundo del cine. Una de las intervenciones más aplaudidas fue la de Peace Aniyam-Fiberesima, productora nigeriana y fundadora de los premios del cine africano, los Africa Movie Academy Awards. Peace insistió en que en África aún queda mucho talento sin pulir y que hay una verdadera necesidad de hacer cine africano, hecho para un público africano y centrado en tema que interesan a los africanos y que se alejen de los cánones occidentales. También subrayó que es fundamental hacer que el cine sea accesible a la mayoría de la población, por lo que su fundación (que difunde el cine nacional con camiones-proyectores por toda Nigeria) vende las entradas a menos de un dólar.

La fase de las preguntas también fue de lo más interesante y se centró fundamentalmente en un gran problema: la distribución. Como dijo un joven participante: “Eso de potenciar la formación de nuevos cineastas está muy bien, pero en realidad el mayor problema empieza una vez acabada tu película.” En efecto, resulta muy difícil encontrar plataformas en las que los jóvenes directores puedan enseñar sus trabajos y conseguir así más fondos para sus nuevas películas. Breeze, de Sudáfrica, criticó también la brecha existente en su país entre las generaciones jóvenes y las más mayores –y por tanto, profesionales- y lo poco que estos últimos se arriesgan con proyectos que tengan un nuevo lenguaje fílmico. [Aquí tengo que añadir que Breeze fue uno de los primeros talentos a quien entrevistamos ayer. Es un chico muy gracioso, con un peinado rasta a lo Marge Simpson y que siempre está hablando del “socialismo inherente a la raza negra” y de que todos sus cortos utilizan el hip-hop como “lenguaje fílmico.”] Otro joven que se encontraba ante el público consiguió que toda la sala sonriera cuando dijo que en África, si no hay comida, la gente se da por satisfecha viendo una película.

También tuve la oportunidad de hablar más tarde con Nyaradzo Muchena, un participante del Talent Campus venido desde Zimbabue. Me comentó que la mesa redonda le había parecido bastante interesante, pero que no estaba de acuerdo con la opinión general de que Nigeria es el futuro (cinematográficamente hablando) de África. Nyaradzo criticaba sobre todo la calidad de las películas hechas en ese país: “Nollywood es un modelo a seguir en cuanto a distribución, pero no en cuanto a producción.”


A las cinco de la tarde, después de un descansar un poco y comer algo, volví al HAU 2 para no perderme la siguiente sesión del “Focus Africa”. Esta vez el tema central era África del Norte, o más bien, la realización de cine independiente hoy en día en Egipto. Esta mesa redonda, “Cairo Underground” fue también interesante (aunque menos que la anterior, la verdad). Se habló fundamentalmente de las diferentes formas de hacer cine fuera de la corriente comercial. Un artista contemporáneo que utiliza el vídeo como forma de comunicación (Shady El-Noshokaty), una directora de documentales independientes (Hala Galal) y dos participantes egipcios de esta edición del Talent Campus (Kaiser y Emad Mabrouk) enseñaron sus trabajos y hablaron del lenguaje multimedia, del cine independiente egipcio o de la autocensura. Como ha dicho Hala Galal (la más interesante del grupo, con diferencia), “el mayor problema es que nadie sabe que en Egipto se hace cine independiente”. Hala Galal es la directora de un proyecto financiado por la Unión Europea que difunde el trabajo de jóvenes directores independientes árabes en Europa.

Lo mejor de esa mesa redonda fue, primero, unas fotos preciosas de El Cairo hechas por El-Noshokaty y proyectadas en una gran pantalla durante la charla; y dos, el que al acercarme para hablar con la directora Hala Galal y preguntarle por un documental que ha dirigido sobre el feminismo egipcio en los años 60, me dijera: “Toma, aquí tienes una copia”. Así que me he ido la mar de contenta a mi casa llevando en el bolso el DVD con el documental.


Los participantes de "Cairo Underground"

En suma, este domingo ha sido un día muy interesante en Talent Campus, y estoy segura de que los próximos días serán igual de fructíferos.

(versión inglesa:

Berlinale Talent Campus - día 1



Ayer sábado comenzó el Talent Campus de la Berlinale. Fue muy divertido. Lena (la otra chica de Cafebabel) y yo nos dedicamos a dar vueltas viendo cómo funcionaba todo, a hacer preguntas a todo el mundo, a hablar con cualquiera que se pusiera delante, a husmear en todos los workshops y -last but not least- a intentar conseguir -sin éxito- uno de los bolsos que regalaban a los participantes (cosa que me trajo recuerdos del último festival de Nantes, en el que Marta y yo íbamos persiguiendo a los responsables para que nos regalaran el bolso del festival).

No tengo tiempo de contar cosas con más detalle, ya lo haré más adelante, pero os copio aquí el primer artículo que escribimos para el blog del Talent Campus (en la versión en español sin censurar) y os pongo algunas fotos.




Lena y yo con el oso de la Berlinale








Lena entrevistando a Breeze (Sudáfrica)





Yo con Gabriel (México), Carlos (Ecuador) y Sumit (Bangladesh)


Así fue el primer día del Talent Campus.

Todo es rosa. El logo del Talent Campus, los carteles que cuelgan en las paredes y el tapizado de los asientos. Pero una vez obviado ese aspecto, de lo que se trata es de divertirse y, sobre todo, de conocer a gente. La sexta edición del Berlinale Talent Campus acaba de empezar. 350 jóvenes de todo el mundo han acudido y están ansiosos por conocerse: futuros guionistas quieren conocer a guionistas profesionales y directores. Jóvenes directores quieren conocer a productores, a gente que les financie su proyecto y lo distribuya. Actrices quieren conocer a directores de cine con nuevas ideas y nuevas formas de realizarlas.
Y nosotras queremos conocer a los talentos. Hablamos por ejemplo con Breeze, de Sudáfrica, quien llama la atención con un complicado peinado rasta. Ha hecho un corto documental sobre la lucha antirracista en Johannesburgo. Pretende romper la monotonía de los documentales y hacerlos más atractivos para los jóvenes usando el hip-hop como lenguaje fílmico. “A la gente le encanta ver pelis pero pasan de ver cosas que les digan qué hacer.”
A la hora de comer conocimos a Alberto, italiano, quien hizo su primera película por casualidad: una ONG le encargó contar la historia de la Bosnia de la posguerra. El tema de su último proyecto también es socio-político: el derecho de las mujeres en Marruecos después de la introducción de la nueva Ley de la Familia.
El punto culminante de todos los encuentros del día es el Speed Matching: unos doscientos talentos se sientan en dos filas, unos mirando a otros, sobre taburetes de cartón. El escenario es rosa, claro. El barullo es enorme: cien conversaciones al mismo tiempo se desarrollan sobre el escenario. A cabo de tres minutos una de las filas se mueve un sitio hacia la izquierda, y tienen tres minutos para presentarse y decir qué hacen en el Talent Campus. Y así hasta que cada uno se ha presentado a todos los que se sientan en la fila opuesta. Quien pensó que los participantes estarían intimidados por la situación, se equivocaba: todo el mundo gesticula, se da la mano, se hace fotos, se intercambia direcciones.


Imagen del Speed Matching


Fuera, en el hall, tres chicos están sentados en los bancos tapizados de rosa. Fuera brilla el sol. Gabriel, Carlos y Sumit han llegado demasiado tarde al Speed Matching, pero se han conocido y nosotras les hemos conocido a ellos. Vienen de México, Ecuador y Bangladesh, y los tres son directores. Sumit nos cuenta con una sonrisa: “Es muy fácil hacer películas en Bangladesh: siempre hay un montón de historias que contar en un país tercermundista”. Su último corto es una reflexión sobre la enorme brecha que separa ricos de pobres, la alta tecnología de los modos de vida más rurales. De hecho, me dice que Berlín le ha impresionado por esa mezcla de edificios clásicos y enormes torres de cristal (ha estado en Postdamer Platz, claro). A Carlos le interesan los temas socio-políticos. Su documental Tanomenani cuenta la historia de una tribu que vive prácticamente aislada en el Amazonas y que ya se proyectó en Berlín en el Festival sobre Derechos Humanos One World.


En resumen, el primer día del Talent Campus fue muy divertido. El ambiente era genial y todos estaban impacientes por conocerse. Como dijo Alberto, “el Talent Campus es importante porque lo más peligroso de esta profesión es el aislamiento.”


jueves, 7 de febrero de 2008

¡¡Estaré (un poco) en la Berlinale!!

Aquellos que me leyeron hace un par de entradas sabrán de mi decepción al no poder trabajar en la Berlinale que empieza ¡mañana!


Pues bien, para mi gran alegría (desgraciadamente no me podéis ver dando saltos), ¡sí que voy a poder participar! No era lo que pensaba al principio, pero aún así me hace mucha ilusión. Os cuento. La Berlinale, como todo gran festival de cine, es mucho más que una decena de películas a concurso. Tiene un montón de secciones diferentes para todo tipo de públicos. Pues bien, dentro del festival está el Talent Campus, que está pensado para servir como espacio de encuentro entre jóvenes talentos del mundo del cine y el mundo profesional. Se seleccionan a unos 300 jóvenes de todo el mundo y hay organizados multitud de actos, encuentros, talleres, etc. Entre esos jóvenes hay gente que viene de todos los sectores del cine, incluyendo jóvenes periodistas críticos de cine o compositores de bandas sonoras.

Este año el Talent Campus ha decidido reservar un espacio al mundo de los blogs y del periodismo en Internet, y ha decidido invitar a Cafebabel a estar presente y a escribir sobre todo lo que pase allí. Como me encargué en su día de darle la lata a la redactora en jefe de Cafebabel con lo del pase de prensa para la Berlinale, se ha acordado de mí para tal evento y me preguntó si me apetecía participar. Os imagináis mi respuesta, ¿no?

Vamos, que a partir del sábado me pasaré unos cuantos días merodeando por el Talent Campus y viendo lo que se cuece por allí, para luego escribir en el Blog de Berlín de Cafebabel (no os preocupéis, que también colgaré aquí lo que me vaya ocurriendo).


Ya os imaginaréis lo contenta que estoy. Creo que puede ser muy divertido ver cómo funciona toda esa parte del festival que para mí es totalmente desconocida. Y por supuesto también pienso ir a ver unas cuantas películas, así que ya os lo iré contando todo (aunque las entradas para las películas a concurso se agotaron cuatro minutos después de ponerse a la venta...).

miércoles, 6 de febrero de 2008

De chinos, coches y tapas

En realidad, aunque no lo parezca, algo más cosas a parte de ir al cine. Pero lo cierto es que Berlín es la ciudad perfecta para los cinéfilos (o cinéfagos, como dice Fingidor) y en la última semana he visto tres películas cuanto menos interesantes.


Primero, Tapas.



Jamás llegué la película revelación española del 2005, así que aproveché que acaban de estrenarla en Alemania para ir a verla con Hedda, una amiga alemana. La crítica alemana, todo sea dicho, también la ponía muy bien, así que acabó picándome la curiosidad.







La verdad es que la peli no está del todo mal (para ser española, como diría Don Desmond), y pasas el rato y hasta de vez en cuando te ríes (normalmente, con alguna chorrada). Pero es bastante floja, y algunos actores son bastante malos y pecan, como suele pasar en las películas españolas, de sobreactuación. Lo que me pareció que estaba muy bien era el reflejo que hace de la vida cotidiana española. Nada de casas con decoración maravillosa de Ikea o de personajes vestidos a la última moda, sino que la película transcurre entre un bar de tapas del de toda la vida, un supermercado como al que vamos todos los días y casas normales y corrientes. (por cierto, que esa fue también la observación de Hedda, que estuvo un año de erasmus en Madrid y está familiarizada con el ambiente de barrio).





Aquí tenéis algunas escenas.

(Sí, sale Ferrán Adriá.)




El lunes, después de hacer mi primer examen en alemán (no me salió del todo mal, que si no me hubiese marchado a casa a llorar), me fui al cine Babylon (que se está convirtiendo en el lugar en el que más horas paso en Berlín). Hacían una retrospectiva de Wong Kar-Wai y me fui a ver Happy Together. Me encantó.


Definitivamente, Wong Kar-Wai es de mis directores favoritos por la forma tan especial que tiene de contar historias.








"Happy Together" es, por supuesto, una historia de amor bastante trágica entre dos jóvenes chinos que deciden irse a Argentina a "volver a intentar" salvar su relación.

Pero lo precioso no es la historia en sí, sino cómo la cuenta.


Es Wong Kar-Wai en estado puro: imágenes preciosas (monocromáticas, en azul, amarillo o rojo; o en blanco y negro; o en sepia; o desenfocadas; o dadas la vuelta de forma que los edificios parecen caer del cielo), actores geniales (definitivamente, también he incorporado a Tony Leung en mi panteón de actores favoritos), música perfecta...



En suma, una peli muy recomendable.

Este póster me encanta.



Al día siguiente volví al Babylon a ver Crash (la de Cronenberg y no la de Paul Haggis, la que ganó un Oscar). Muchísima gente me había dicho que era una peli muy buena, y todavía no había tenido ocasión de verla. Así que decidí subsanar ese fallo cinéfilo.



He de decir que salí muy impresionada (en el fondo debo de ser un espíritu sensible). Cuanto menos, diré que es una película turbadora. El personaje de Vaughan me parecía terrible y cada vez que salía en pantalla servidora se hundía en el asiento todo lo que podía. La escena del lavado de coche me gustó mucho, y la música también, pero no dejé de sufrir en toda la película y salí del cine muy impresionada, como ya os he dicho (confesaré que cuando llegué a casa me puse a leer poemas de Miguel Hernández para pensar en otras cosas e intentar dormir con los angelitos).















De hecho, tardé en decidir si la película me había gustado o no. Ahora creo que, aunque no va a entrar en la lista de mis pelis favoritas, desde luego es una película muy interesante y que hay que ver.





No sé qué pensaréis aquellos que la hayáis visto, pero pienso que la película trata de analizar la sociedad actual. Gente que tras un accidente de coche experimenta sensaciones tan fuertes que les hace intentar repetir esa experiencia para intentar llenar un vacío existencial, una sensación de hastío. Los coches, la tecnología en suma, es el medio por el que los personajes logran llenar este vacío. En fin, mi explicación es bastante patatera, pero no acabo de encontrar las palabras correctas y siempre resulta muy difícil hablar de una película así en unas pocas líneas.

Así que tendréis que venir a tomaros una cerveza a Berlín para hablar un poco de la película.


Y lo dicho, sigo pensando que la escena del lavado del coche es impresionante).
[Postdata: sintiéndolo mucho, me declaro vencida por la tecnología tras más de media hora intentando que me cuadren las imágenes con el texto. Abandono la lucha.]