Últimamente he visto dos películas que todo el mundo debería ver. Sin exagerar. Corred a verlas, a descargarlas, a alquilarlas. Pero vedlas acompañados, pues las dos son de esas películas que necesitas urgentemente comentar a la salida.
La primera es alemana y se llama Die Welle (La ola):
Un profesor de instituto decide llevar a cabo un experimento para enseñar a sus alumnos, hartos de oír lecciones morales sobre el nazismo, cómo es posible que algo así pasara, y además demostrarles que una dictadura sigue siendo posible de nuestros días.
Es una película de la que sales preguntándote "¿Qué habría hecho yo en esa situación?" y lo peor es que ni siquiera puedes responder con claridad.
Es una historia sobre los mecanismos de poder, de exclusión, la seguridad que proporciona pertenecer a un grupo, los movimientos de masas, el vacío existencial de las personas, el ego... En definitiva, temas que nos tocan de cerca.
Por cierto, por si alguno de vosotros ha oído hablar de ello, está basada en un experimento real llamado The Third Wave.
Es una película de la que sales preguntándote "¿Qué habría hecho yo en esa situación?" y lo peor es que ni siquiera puedes responder con claridad.
Es una historia sobre los mecanismos de poder, de exclusión, la seguridad que proporciona pertenecer a un grupo, los movimientos de masas, el vacío existencial de las personas, el ego... En definitiva, temas que nos tocan de cerca.
Por cierto, por si alguno de vosotros ha oído hablar de ello, está basada en un experimento real llamado The Third Wave.
La segunda película es israelí y se llama Vals con Bashir.
Un director de cine decide investigar por qué no logra acordarse de ninguna manera de su participación como soldado en la guerra contra el Líbano en 1982, cuando era un joven de 18 años.
La película trata de la memoria, de los traumas, de cómo nuestra mente bloquea recuerdos dolorosos, pero también da una visión crítica de la terrible matanza de Sabra y Shatila (y, por extensión, de la política exterior israelí), algo que a la luz de los acontecimientos presentes parece más necesario que nunca.
Vals con Bashir es, además, una película de animación. Y este hecho le da aún más credibilidad, por extraño que parezca. Se subraya así que la frontera entre la realidad y la imaginación, entre los hechos y los recuerdos, entre el pasado y nuestra visión del pasado es algo muy difuso. Que jamás podemos estar seguros de haber vivido algo que creemos firmemente haber vivido.
La película trata de la memoria, de los traumas, de cómo nuestra mente bloquea recuerdos dolorosos, pero también da una visión crítica de la terrible matanza de Sabra y Shatila (y, por extensión, de la política exterior israelí), algo que a la luz de los acontecimientos presentes parece más necesario que nunca.
Vals con Bashir es, además, una película de animación. Y este hecho le da aún más credibilidad, por extraño que parezca. Se subraya así que la frontera entre la realidad y la imaginación, entre los hechos y los recuerdos, entre el pasado y nuestra visión del pasado es algo muy difuso. Que jamás podemos estar seguros de haber vivido algo que creemos firmemente haber vivido.
En resumen, La Ola y Vals con Bashir son dos buenas películas, dos muy buenas películas que además nos enseñan mucho sobre nuestro mundo y, en definitiva, sobre nosotros mismos.
De verdad: imprescindibles.
3 comentarios:
- "Corred a verlas, a descargarlas "!! Tu encourages quoi là ;-)
- "la política exterior israelí" Nefe et le politiquement correcte ;-)
- Enfin, merci ! tu donnes toujours envie. ... à à à voir des beau films ;-)
oh là là, Jalal qui essaye toujours de me trouver du "politiquement correct"!
D'ac que le problème Israël/Liban/réfugiés palestiniens c'est pas de la politique extérieure seulement, mais bon, on peut pas non plus dire que la guerre contre le Liban n'est pas politique extérieure. C'est pas du politiquement correct!!
Leerte es como como tener una barra de chocolate enfrente, imposible no devorarsela!
Gracias por las recomendaciones, soy una fanática de las películas.
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