Primero, Tapas.Jamás llegué la película revelación española del 2005, así que aproveché que acaban de estrenarla en Alemania para ir a verla con Hedda, una amiga alemana. La crítica alemana, todo sea dicho, también la ponía muy bien, así que acabó picándome la curiosidad.
La verdad es que la peli no está del todo mal (para ser española, como diría Don Desmond), y pasas el rato y hasta de vez en cuando te ríes (normalmente, con alguna chorrada). Pero es bastante floja, y algunos actores son bastante malos y pecan, como suele pasar en las películas españolas, de sobreactuación. Lo que me pareció que estaba muy bien era el reflejo que hace de la vida cotidiana española. Nada de casas con decoración maravillosa de Ikea o de personajes vestidos a la última moda, sino que la película transcurre entre un bar de tapas del de toda la vida, un supermercado como al que vamos todos los días y casas normales y corrientes. (por cierto, que esa fue también la observación de Hedda, que estuvo un año de erasmus en Madrid y está familiarizada con el ambiente de barrio).
(Sí, sale Ferrán Adriá.)
El lunes, después de hacer mi primer examen en alemán (no me salió del todo mal, que si no me hubiese marchado a casa a llorar), me fui al cine Babylon (que se está convirtiendo en el lugar en el que más horas paso en Berlín). Hacían una retrospectiva de Wong Kar-Wai y me fui a ver Happy Together. Me encantó.

 En suma, una peli muy recomendable.
Al día siguiente volví al Babylon a ver Crash (la de Cronenberg y no la de Paul Haggis, la que ganó un Oscar). Muchísima gente me había dicho que era una peli muy buena, y todavía no había tenido ocasión de verla. Así que decidí subsanar ese fallo cinéfilo.
El personaje de Vaughan me parecía terrible y cada vez que salía en pantalla servidora se hundía en el asiento todo lo que podía. La escena del lavado de coche me gustó mucho, y la música también, pero no dejé de sufrir en toda la película y salí del cine muy impresionada, como ya os he dicho (confesaré que cuando llegué a casa me puse a leer poemas de Miguel Hernández para pensar en otras cosas e intentar dormir con los angelitos). De hecho, tardé en decidir si la película me había gustado o no. Ahora creo que, aunque no va a entrar en la lista de mis pelis favoritas, desde luego es una película muy interesante y que hay que ver.
Así que tendréis que venir a tomaros una cerveza a Berlín para hablar un poco de la película.



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