A los tres días de haber llegado a Berlín, supe que estaba en la ciudad indicada.
Eran las once de la noche, o quizá era más tarde, no recuerdo bien. Caminaba por mi recién estrenada calle -me había mudado esa misma tarde- y en un momento dado, no sé muy bien por qué, miré hacia arriba.
En Berlín, de noche, se ven las estrellas. Montones de ellas.
A los tres días de haber llegado a Berlín, supe que había llegado a la ciudad indicada.
4 comentarios:
¡Ahí va! Me dijo Iván que visitara esta página porque había fotos de mujeres guapísimas (lógicamente él no utilizó este término) y me encuentro un blog sobre Berlín.
Bueno, la ciudad también me gusta, así que sigue contándonos mientras ves si puedes ñarreglar lo primero.
Lo sé, yo tampoco conozco qué significa ñarreglar.
Esto de la fama es muy complicado. Pero todo sea por el club de fans: ñarreglaré lo que haga falta.
;-)
qué gracia, en mi blog tengo una entrada con el mismo título, sigo tu blog desde hace tiempo, es muy inspirador, pero creo que no había leído esta entrada, ha sido muy curioso.
Enhorabuena por el blog
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