lunes, 30 de junio de 2008

De banderas y fútbol

No, no pienso hablar de la Eurocopa.


(Por cierto, que en Berlín se reunieron
más de medio millón de personas
alrededor de la puerta de Brandenburgo
para seguir el partido)


Harta del bombardeo constante de noticias relacionadas con el fútbol, harta de no poder seguir las conversaciones de la gente por no haber visto ningún partido, harta de no poder encontrar ni un solo bar (¡ni uno!) que durante los partidos no tuviese la tele encendida, harta de que me feliciten cada vez que gane España, harta de decir que yo quería que ganase Croacia o Turquía (porque sí), harta de los hooligans alemanes que berrean en el metro... No pienso hablar de la Eurocopa (menos mal que ya se ha acabado).


Lo que sí quería contaros es un curioso fenómeno banderil que ha invadido Berlín durante este último mes. Había banderas por todas partes, colgadas de todas las ventanas y enganchadas a las ventanillas del coche. Grandes y pequeñas, pero sobre todo grandes. Al menos dos o tres banderas por edificio, a veces más. En mi calle se juntaban banderas turcas, polacas, griegas, italianas, suecas, portuguesas, españolas (bueno, había una) y también (aunque no eran la mayoría) alemanas.

Observar el crecimiento y desarrollo de las banderas ha sido la investigación sociológica del mes, que diría mi amiga Gaby. Me sorprendió descubrir que había más alemanes en mi barrio de lo que pensaba (el 60% de los que vivimos en Wedding somos extranjeros). Me sorprendió que en la tienda turca donde compro todas las semanas verdura ondeara una bandera alemana gigante. Me sorprendió que hubiese tantos polacos viviendo en mi calle. Me sorprendió y me hizo mucha gracia la cantidad de ventanas que combinaban varias banderas: aquí Portugal y Polonia, allí Alemania e Italia... aunque la combinación más vista, sin duda era Turquía y Alemania.


Y lo mejor, lo más digno de recuerdo, ha sido la proliferación de esta bandera:


Pues sí, señores. La bandera turca dentro de la alemana. Y no lo vi una vez, ni dos, ni tres. Turcos que se sienten alemanes, alemanes que no olvidan sus raíces turcas... A mí, personalmente, me encanta que la gente haga su propia bandera para pasearla por la ciudad. Sin duda, esta bandera es lo que más me ha gustado de la Eurocopa.

3 comentarios:

Casiopea dijo...

Pues de momento muy bien! los dos de esta semana tb me han salido genial!
sólo me queda el del día 11! yo tampoco vi el futbol, me fui al cine con jose. besossssss por cierto vicente newyork está en berlin!

Anónimo dijo...

Une bonne analyse de la chose footballistique qui ne parle pas vraiment du football et les déboires des terrains; ça me rappel les documentaire de la chaine arte. On parle du foot mais autrement.
Un billet très réussi. Et moi qui t'as soulé avec l'Euro* (même si je ne suis pas un fanatique du ballon rond).
Moi aussi j'ai aimé ce drapeau, un beau mélange pour mettre en évidence une appartenance à deux pays, le pays d'origine et celui d'adoption.

* le nom officiel est : Championnat d'Europe des Nations

Anónimo dijo...

Pues eres un ignorante, lo siento, no te enfades pero es así.

Los turcos no son bien vistos por todos los alemanes, son gente con una cultura distinta y no todos se sienten alemanes o si lo hacen es para sentir Alemania como suya. Utilizar la luna turca en la bandera Alemania es como (y prefiero no hacer comparaciones "visuales") colocar un símbolo de otra nación o etnia que nada tiene que ver con el país, a pesar de ser ciudadanos de pleno derecho. Una blasfemia.