lunes, 11 de agosto de 2008

Berlín en verano

Berlín en verano.

El río Spree, el que cruza Berlín, conoce su momento de gloria. Bares con hamacas, arena traída del desierto, sombrillas a rayas y clientes tomando caipirinhas. Barcos varados, desiertos en invierno y que durante los tres meses de calor tienen la cubierta repleta de gente charlando y disfrutando de la puesta de sol urbana, con torre de televisión y ayuntamiento rojo de fondo.





Piscinas en medio del río. Decenas de berlineses (de nacimiento o de corazón) se remojan, se dejan ver y son vistos.




Excursiones a los lagos que rodean Berlín, tras tomar el S-Bahn a reventar de familias y parejas con el bañador puesto y la neverita portátil llena de cerveza. Bañarse en agua dulce, paisaje boscoso a la vista.




Barbacoas en los parques públicos los domingos, familias turcas de veinte miembros asando un cordero entero, rubias haciendo top-less, adolescentes que plantan una red de voléibol, estudiantes con sándwiches y cajas de doce cervezas.


Paseos en bicicleta. Disfrutar de la ciudad.



Turistas perdidos mirando el mapa y cámara de fotos colgando del cuello, mujeres, hombres y niños haciendo cola para comprar un helado italiano casero en la esquina de mi casa.


Así es el verano en Berlín.

1 comentario:

Iván Payá dijo...

¿Y Nefelibata en bici haciendo top-less cual rubia? Una foto, si eso.

No te quejarás, que es el primer comentario erótico-casposo-festivo que te hago en el blog, ¿eh?

Glups.