lunes, 26 de noviembre de 2007
Descanso temporal
viernes, 23 de noviembre de 2007
Lluvia
Doy con este poema de Lorca:
(Para que no quede tan melancólico, os pongo un cuadro de Klee.)
Que empecéis muy bien el fin de semana.
jueves, 22 de noviembre de 2007
He empezado a aprender árabe
sábado, 17 de noviembre de 2007
De visitas turísticas
y aquí tenéis otra:
Me pareció muy curioso que hubiesen decidido dejarlos. Quizá pensaron que era una forma de que nadie olvidase las consecuencias de una guerra.
jueves, 15 de noviembre de 2007
De compañías aéreas y otras engañifas
Bajo cero
martes, 13 de noviembre de 2007
Este pasado fin de semana
La exposición que vimos, titulada "Wanted" estaba dedicada a las fotografías de Larry Clark y de Ralph Gibson, amigos de Newton y fotógrafos no demasiado excepcionales, la verdad.
Como suele pasar, lo mejor del museo era su librería, de la que me llevé dos libros preciosos a precio de saldo. Así que me di por satisfecha con nuestra excursión a la Fundación H. Newton.
Aquí tenéis dos fotografías de Gibson que sí me gustaron:
El concierto era en un barecillo de Friedrischshain, barrio que estaba en Berlín Oriental y que ahora es de los más alternativos, con multitud de casas okupa, o casas-proyecto, como dicen aquí. El concierto estuvo muy bien, animado, pero casi lo mejor vino después: algunos miembros del grupo de música, un espontáneo que supongo que había ido al ver a sus amigos tocar al bar y un camarero del bar -sí, el camarero- se volvieron a subir al escenario e improvisaron una jam-session que estuvo genial. Tocaban muy bien, improvisaban mejor, y se creó un ambientillo la mar de bueno.
Es una película muy entretenida, surrealista pero también muy tierna, que te hace reír y sonreír, en la que no sabes si enamorarte del personaje principal o darle un capón (como muy bien me decía Ernesto). Recomendada para noches en las que apetezca ver algo bonito (sin ser ñoño).
- -NAPOLI NUOVA, de Alessandro Blasetti; documental fascista en el que se alaban los cambios realizados en Nápoles y la modernización de dicha ciudad.
- -NETTEZZA URBANA, de Michelangelo Antonioni (sí, el que se murió al mismo tiempo que Bergman): un bonito retrato (en el que no se habla, por supuesto) sobre el día a día de los barrenderos.
- -CONTADINI DEL MARE, de Vittorio De Seta: cortometraje documental sobre la pesca del atún en Sicilia (impresionante el tamaño de los atunes, por cierto).
- -FIORAIE, de Francesco Maselli: el relato de un día cualquiera de una vendedora de flores en una ciudad italiana.
- -BUIO IN SALA, de Dino Risi: un cortometraje genial y divertidísimo sobre la magia del cine, en el que la cámara enfoca siempre a los espectadores.
- -FANTASIA SOTTOMARINA, de Roberto Rossellini: un cortometraje muy gracioso y filmado en su totalidad en el acuario de Rosellini (cuando todavía no era un director famoso) en el que nos cuenta las vicisitudes de una carpa, su búsqueda del amor y su lucha contra el temible pulpo.
La verdad es que estuvo muy bien la sesión de cortos. Además la cosa tuvo un buen final: nos fuimos a un restaurante asiático a comer sushi mientras veíamos nevar.
domingo, 11 de noviembre de 2007
Canción para una tarde de domingo
Os dejo con una canción perfecta para esta tarde de domingo.
Haced click aquí y disfrutad.
viernes, 9 de noviembre de 2007
Tal día como hoy...
Pero lo que muy pocos saben es que el 9 de noviembre es una fecha que se repite en momentos clave de la Historia alemana.
Estamos en noviembre de 1918. Hace pocas semanas que la Primera Guerra Mundial ha acabado y cunde el descontento entre la población alemana. El 9 de noviembre, Scheidemann, antiguo ministro imperial, proclama la república desde los balcones del Reichstag . Ha nacido la República de Weimar, que tendrá una agitada historia. De hecho, el mismo 9 de noviembre, casi al mismo tiempo que Scheidemann, Karl Liebknecht se asomaba a un balcón del Palacio Imperial y proclamaba la República Libre y Socialista Alemana, proclamación que los demás políticos decidieron ignorar sin más.
(La foto corresponde a la declaración "oficial", la de Scheidemann.)
En 1923 las cosas no iban mucho mejor para la República de Weimar. Además, en Baviera, el sur de Alemania, un grupo de agitadores (bien organizados, eso sí) que se autoproclamaban "nacionalsocialistas" empezaban a hacer mucho ruido.
El 9 de noviembre de ese año, el jefe de estos agitadores, Adolf Hitler, decidió llevar a cabo un golpe de estado en Múnich. Aquí tenemos una instantánea de ese día:
Como todos saben, el lluego llamado putsch de Múnich fue un gran fracaso. Hitler, acompañado de Rudolf Hess y unos cuantos más, pasaría un añito a la sombra. Tiempo que el futuro dictador alemán no desaprovecharía: fue entonces cuando escribió Mein Kampf, Mi lucha.
El siguiente 9 de noviembre que pasaría a la historia tampoco es un día que convenga celebrar con entusiasmo. El 9 de noviembre de 1938, Hitler ya llevaba cinco años en el poder y las SS sembraban el terror. Ese día, tomando como excusa el asesinato del secretario de la embajada alemana en París a manos de un judío también alemán, se desencadenaría en Alemania y Austria toda una serie de violentos ataques contra judíos, contra sus negocios, tiendas y almacenes y contra sinagogas. Balance final: casi 100 muertos, 30.000 judíos detenidos y enviados a campos de concentración, más de 1.500 sinagogas destruidas, más de 7.000 tiendas destrozadas... Esa noche pasaría a la Historia como la Noche de los cristales rotos.
A continuación, una de las pocas fotos que he podido encontrar en internet de esa noche:
Así pues, el 9 de noviembre es, para bien y para mal, una fecha clave en la historia alemana. Por eso, a la hora de elegir un día como Fiesta Nacional alemana, los políticos descartaron el 9 de noviembre: no convenía ni enfurecer a los judíos ni propiciar manifestaciones neonazis.
Finalmente optaron por el 3 de octubre, pues ese mismo día, en 1990, las dos Alemanias volvieron a unificarse. Pero eso ya es otra historia.
jueves, 8 de noviembre de 2007
La mujer del tiempo
En Valencia, cuando le decía a la gente que iba a vivir un año en Berlín, lo primero que me decía la gran mayoría, antes de comentarme lo bien que me lo iba a pasar -eso iba luego-, era: "¡Qué frío vas a pasar!"
No me malinterpretéis, ni me molestaban esos comentarios entonces ni ahora me importa que me pregunten qué tal tiempo hace aquí, ni mucho menos. No creo para nada que lo pregunten simplemente por educación (como cuando te encuentras a alguien en el ascensor y la única cosa que se te ocurre es, en un momento de brillante originalidad, hablar del tiempo).
Creo simplemente que muchos llevan dentro un pequeño hombre del tiempo (o una mujer del tiempo, claro).
En realidad, pinta peor de lo que es. Con un gorro y unos guantes, se puede ir por la calle sin que a nadie le dé un yuyu. (Según me han dicho mis compañeros de piso, el yuyu me dará en enero, cuando haga -20 ºC.)
Me despido ya. Besos desde la fría Berlín.
[P.d.: Esta entrada va dedicada especialmente a aquellos a quienes el tiempo les preocupa de forma especial: Desmond y Belén. Va por ustedes.]
martes, 6 de noviembre de 2007
Cosas que hacer un martes en Berlín
Pero mañana martes entre las 16h y las 20h quería ir a un debate en otro edificio de mi universidad sobre las diferencias y los parecidos entre las guerras de Vietnam y la de Irak, y me parecía que vale la pena asistir, dada la actualidad del tema.
Pero mañana martes a las 17h, en el Instituto Iberoamericano de Berlín, quería ir asistir a la inauguración de un festival de poesía latinoamericana, en el que se contará con la presencia de un buen puñado de poetas que leerán sus obras.
Pero mañana martes a las 20h en el Museo de Historia Alemana quería ir a ver una película, The Mission, y no me gustaría perdérmela.
Claro, el problema es que por ahora no se ha inventado nada para poder estar en cuatro sitios a la vez.
Ése es el problema que le veo a Berlín: hay tantas cosas que hacer, que uno tiene verdaderos problemas para elegir qué hacer.
(P.S.: me he decidido por el debate sobre Vietnam e Irak. ¿Qué habríais hecho vosotros?)
domingo, 4 de noviembre de 2007
Seis historias entre Alemania y Turquía: "Auf der anderen Seite"
La película narra la historia de seis personajes cuyas historias se entrecruzan: Ali, un anciano viudo turco emigrado a Alemania y su hijo Neyat, profesor de Literatura alemana en la universidad; Yeter, una madura prostituta turca y también emigrada a Alemania y su contestataria hija Ayten y, por último, una tranquila madre alemana que intenta entender a su impulsiva hija, Lotte.
Complejos personajes que intentan vivir sus vidas lo mejor que saben, superando los obstáculos que la casualidad -algunos lo llamarán destino- les va poniendo por delante.
Fatih Akin firma aquí la segunda película de una trilogía que habla sobre la muerte, el amor y el mal. (Aunque, ¿qué película no habla en el fondo de eso?). Además de reflexionar sobre esos temas, el director -nacido en Hamburgo de padres turcos- explora las diferencias generacionales, los vínculos existentes entre padres e hijos y las a veces difíciles y siempre complejas relaciones entre Alemania y Turquía. Auf der anderen Seite es la historia de historias entrecruzadas, es un mosaico de culturas y ciudades, conflictos, es una reflexión sobre la muerte, la familia, el amor...
En fin, a mí la película me gustó mucho. Tiene un buen guión, unos buenos actores y está muy bien dirigida. Vamos, que es una buena película. Te hace pasar de la carcajada a la lagrimilla en un momento y es de esas películas que al día siguiente de verlas aún estás pensando en ellas (lo cual suele ser buena señal).
Cuando salí de ver la película con mis amigos, nos quedamos en la calle un buen rato discutiendo sobre ella hasta que el frío berlinés nos obligó a meternos en una cervecería para seguir nuestra acalorada discusión. A todos nos había gustado, pero cada uno pensaba una cosa diferente sobre los personajes, sus motivaciones, sobre el final de la película...
Por cierto, una de las protagonistas es Hanna Schygulla, la Maria Braun de la peli de Fassbinder. Se ve que me falla alguna conexión neuronal, porque me pasé toda la película pensando: "Cómo me suena esa señora..." Sin caer en la cuenta. En fin, esas cosas que pasan.