lunes, 27 de abril de 2009

A veces me hablan raro

A veces me hablan raro.



Una vez, estábamos una amiga holandesa y yo sentadas en la mesa de una cocina de un albergue en Vilnius, Lituania, cuando un chico nos habló raro. Ante nuestra cara de sorpresa, nos preguntó en inglés si éramos israelíes, que él sí. Luego nos aseguró que teníamos toda la pinta de ser israelíes. Pues no. No sé hasta qué punto una morena y una rubia hablando alemán en Lituania pueden pasar por israelíes, la verdad.

Una mañana, mientras dudaba entre si comprar una caja de mandarinas o varias naranjas en una tienda turca de mi barrio, el vendedor (un chico joven y apuesto, si me permitís el comentario) se dirigió a mí hablándome raro. Pensé que no había entendido su alemán, pero cuando le pregunté: "Wie bitte?", se disculpó y me dijo: "Perdón, pensaba que eras turca." Pues no, la verdad es que no.

El dependiente del ultramarinos libanés (que se llama Habibi, como todas las tiendas libanesas de Berlín) me preguntó hace ya tiempo si era iraní. Pues no. Yo sólo estaba comprando azafrán. El dependiente de otro ultramarinos libanés se quedó de una pieza hace una semana cuando le dije "Shukran" -gracias en árabe- después de comprar humus en lata. Me miró fijamente y me preguntó -en alemán-: "¿Eres de aquí?" Yo le dije que no, que era española. Aún hoy me pregunto a qué se refería con "aquí".

Pero he descubierto que yo también hablo raro.

Aproximadamente cada dos semanas algún cliente del bar me pregunta si soy francesa, por mi acento. Pues no. Aunque ahora que lo pienso, hace un par de años, en Francia, una vez que paseaba de la mano con Jalal, me hablaron raro. Resultó que era árabe, y el chico que se había dirigido a mí aseguró que parecía cien por cien tunecina. Pues no.

En la casa donde vivía antes había una adorable familia de montenegrinos. Papá, mamá y cinco niños, con uno más a punto de llegar. Lo de adorable no es ironía, los enanos eran muy divertidos y siempre te daban palique cuando entrabas al patio a dejar la bicicleta. Mi preferida era una niña de unos cinco años, muy flaquita y desgreñada y que siempre llevaba los zapatos de tacón de mamá mientras jugaba. Un día, mientras hablaba con ella, se me quedó mirando muy fijamente con esos ojazos enormes y negros y me preguntó: "Oye, pero tú, ¿por qué hablas tan raro?" Warum redest du so komisch? Me quedé tan sorprendida, que por un momento no supe qué responderle. Luego ya le expliqué que era española y que sólo llevaba poco tiempo en Alemania, pero no parecía muy convencida. Lo que más me llamó la atención del asunto es que sus padres apenas hablaban alemán y más de una vez habían llamado a mi compañero de piso para que les tradujese las cartas que les llegaban.


Qué raro.


En resumidas cuentas: en Berlín soy española si me ven, francesa si me oyen hablar. En mi muy proletario barrio, soy iraní, árabe o turca. Viajando, puedo ser de cualquier parte.
Cuando me preguntan si soy "de aquí", no sé qué responder.

Cuánto depende nuestra percepción del resto del mundo de nuestra propia posición en el universo... Qué raro. ¿No?

sábado, 25 de abril de 2009

Mi Berlín

Mi Berlín es mujer.
Mi Berlín huele a kebab y sabe a sushi.
Mi Berlín toma café con mucha espuma de leche.
Mi Berlín nieva en febrero, florece en abril y llueve en agosto.
Mi Berlín piensa en alemán, habla árabe y ruso y sueña en español.




Mi Berlín siempre ha sido mujer.

En otro tiempo se arremangó la camisa, se puso un pañuelo en el pelo y empujó carritos llenos de escombros para volver a hacerse a sí misma.

Ahora Berlín viste con leggings rosas y un jersey amarillo que encontró en el mercadillo de Boxhagener Platz por dos euros (donde, por cierto, también encontró esas tazas de café tan genialmente pasadas de moda). Tiene un tatuaje en el tobillo y está ahorrando para hacerse uno en el hombro.

Berlín vive de alquiler en Friedrichshain, sale por Kreuzberg y los domingos de resaca toma el sol en Mauerpark. A Mitte sólo va a tomarse una cerveza de vez en cuando y siempre a las linke Kneipes donde se proyectan pelis polacas y la Berliner cuesta uno ochenta.

Berlín se mueve con una bici desvencijada y que chirría incluso en enero, recicla y se toma las cervezas de medio litro en medio litro (Pils, immer Pils). Disfruta escuchando minimal electro y tiene tocadiscos en su habitación. Lee el periódico, sólo va a las manifestaciones en las que cree y aborrece Ku'damm, Potsdamer Platz y sus dos rascacielos. En cuanto sale el sol se pone en biquini en el parque de abajo de su casa y organiza barbacoas que empiezan a las cinco de la tarde.

Berlín es bastante desastre, se acuesta cuando ya ha salido el sol y se levanta resacosa los lunes. Los miércoles va a conciertos de jazz. Nació en otro lugar, cuyo nombre dice que no recuerda, pero ya ha encontrado su casa.

Sus amigos dicen que es muy divertida y auténtica. Las malas lenguas aseguran que es esnob y que le gusta hacerse la interesante. Yo creo, si me permitís la paráfrasis, que tiene la frente muy alta, la lengua muy larga y la falda muy corta.

Lo único cierto es que a Berlín le importa un comino lo que piensen de ella.



[Para Eva]

viernes, 24 de abril de 2009

Aprendiendo a leer

Siempre me emociona ver fotografías de la guerra civil.

Pero pocas me han impresionado tanto como la que vi hace un par de semanas en la sede del SPD de Berlín:



Puede que, a primera vista, esta foto no tenga la fuerza simbólica de unas milicianas empuñando las armas, de un soldado cayendo muerto en medio de la lucha, de unas trincheras llenas de soldados harapientos y sucios.
No es una foto heróica, de lucha o de muerte. Ni siquiera retrata el orgullo o la inocente ilusión del bando republicano durante los primeros meses de la guerra.

Es primavera del año 1937.

Las milicias de la cultura luchan contra el fascismo combatiendo la ignorancia.
Pero en las trincheras no hay libretas, lápices, ni pizarras.

Por eso, un miliciano que ejerce de profesor en su tiempo libre ha decidido impartir su clase en el cementerio: allí sobran lápidas negras en las que escribir el abecedario. De pie, frente a la tumba de Don Alejandro Miota e Inurrigarro, enterrado un par de años antes, escribe palabras simples para que sus alumnos practiquen: lona, leña, alma, sapo, piña, baba, lote, sima.
Los milicianos han apoyado sus fusiles y colgado sus cintos para que no les molesten durante su tarea. Ahora son alumnos que escriben aplicadamente la lección en sus trozos de papel.

Aunque alguien pueda considerar esta imagen un simple reflejo de la vida cotidiana, incluso como algo anecdótico y sin mayor valor, para mí esta instantánea resume el espíritu y la tragedia republicana.

En medio de la guerra, la educación de los milicianos es tan importante para ganar la guerra contra los fascistas como lo son las armas. Es el primer paso hacia la revolución.
La Iglesia ha dejado de ser sinónimo de opresión, se le ha perdido el miedo. Sus cementerios son ahora lugares idóneos para improvisar clases de lectura.
Puede que los milicianos hayan elegido esa lápida en particular sólo porque resultaba perfecta para lo que andaban buscando: es grande y de piedra negra. Pero el rimbombante "Don" y el largo apellido aristocrático le da valor de símbolo: el pueblo se educa y se alfabetiza sobre la lápida de la nobleza.

La foto fue tomada por Hans Gutmann, un alemán dedicado en cuerpo y alma a la causa española. Tanto, que se nacionalizaría español, cambiaría su nombre al de Juan Guzmán y se exiliaría a México.




Feliz día de la República con algo de atraso.

miércoles, 22 de abril de 2009

Pequeño resumen irlandés (y 4)

Última entrega de fotos irlandesas.


Carrickfergus




En algún lugar del condado de Antrim



White Park Bay




Larrybane Bay




Y la gran estrella del día...

Giant's Causeway







martes, 21 de abril de 2009

Pequeño resumen irlandés (3: Murales políticos de Belfast)

Sigo con uno de los días más interesantes de nuestro viaje: el día que pasamos en Belfast visitando los murales políticos de los barrios católicos y protestantes.

Antes del viaje la verdad es que no sabía mucho sobre Belfast ni sobre la historia de Irlanda del Norte. Sólo lo que sale de vez en cuando en el periódico, algunas noticias sobre el IRA, sobre el problema entre protestantes-unionistas y católicos-independentistas. Me sonaba lo de los murales políticos, pero no sabía muy bien de qué se trataba, o qué esperar.


Y lo que vi me impresionó en extremo. Protestantes y católicos viven totalmente separados, pero la separación es física: entre los barrios más "conflictivos" hay verdaderos muros de separación. Muros altísimos, con vallas, que llevan allí muchos años y que incluso ahora que el proceso de paz tiene nueve años de vida, nadie quiere quitar. Porque se sienten seguros, dicen. Y yo me pregunto cómo es posible que un católico o un protestante confíe en la otra comunidad cuando al salir de la puerta de su casa ve esto:




Incluso ahora, a la mínima señal de tensión o de problemas, se cierran las puertas, únicas aberturas en los 46 (¡cuarenta y seis!) muros que dividen los barrios católicos y protestantes.


De parte católica, ondean las banderas irlandesas y se multiplican los "jardines de la memoria" dedicadas a las víctimas del terrorismo. Nombres y fechas que empiezan en 1922 y llegan hasta 1997.
En la puerta de este "jardín" podéis ver el ave fénix, símbolo del IRA.


Las casas que están más cerca de los muros protegen sus jardines traseros con verdaderas jaulas para sentirse a salvo de los cócteles Molotov que pueden lanzarse por encima de las vallas.



Y cuando no hay muro ni valla, las dos comunidades pintan las aceras, la base de las farolas. etc,. de colores: azul, blanco y rojo para los unionistas; verde, blanco y naranja para los católicos. Y por si a algún despistado se le escapa, murales como éste:

"Estás entrando en el sector lealista de Sandy Row,
núcleo de los Luchadores por la Libertad del Ulster (UFF)
de Belfast del Sur. Quis Separabit"


Los murales en sí tratan de temas muy diferentes. El taxista (a todas luces católico) que nos hizo el tour por estos barrios nos contó que el gobierno intenta ahora eliminar los más violentos subvencionando con 2.000 euros a quien pinte murales con un tema cultural. De todas formas, la gran mayoría de los que vimos a uno y otro lado tienen grandes retratos de los "mártires de la revolución" .






E incluso los murales "históricos", como éste, no llaman precisamente a la reconciliación entre las dos comunidades:
"El catolicismo es más que una religión, es un poder político. Por ello creo que no habrá paz en Irlanda hasta que la Iglesia Católica sea aplastada."


Tranquilizadoras palabras, ¿verdad?

¿Y qué me decís de éste?

"Este mural retrata a hombres protestantes defendiendo a su comunidad, la cual era objeto de constantes intentos de limpieza étnica (!!), con ataques diarios a sus casas con bombas de petróleo. En consecuencia se crearon grupos de vigilancia para traer seguridad a esas zonas."



Uno de los murales más famosos (y, por extensión, más turísticos) es el mural "internacional", que está en un barrio católico, muy cerca de la sede del Sinn Fein. Es una gran pared de unos 50 metros de largo donde están retratadas todas las causas internacionales con las que se solidarizan los católicos:

Irak, Palestina:



Cuba:




Y... claro, no podía faltar el País Vasco:
(Por cierto, ¿sabíais que De Juana vive en Belfast?)



No sé si en las pocas líneas que he escrito y las pocas fotos que he puesto (tengo decenas) os podéis hacer una idea del clima que se respira en Belfast en cuanto sales del centro de la ciudad, único barrio donde se mezclan las dos religiones. Y eso que ahora están las cosas calmadas... De todas formas, la gente con la que hablamos (porque los irlandeses, tanto del sur o del norte, son las personas más amables que existen) nos contó que es una calma tensa, que siguen habiendo muchos problemas debajo de esa apariencia de normalidad.

En todo caso fue una visita fascinante, y me sirvió para interesarme por la historia del país. Y para reflexionar mucho. No hace falta irse a Palestina, a la frontera entre Estados Unidos y México, a las favelas de Río de Janeiro o a Melilla para ver muros "de seguridad" que intentan separar a las personas.



Os dejo con algunas imágenes más de murales protestantes.





sábado, 18 de abril de 2009

Pequeño resumen irlandés (2: Belfast city)




[Próxima -que no última- entrega: murales políticos de Belfast]

viernes, 17 de abril de 2009

Pequeño resumen irlandés (1)

Dublín






Howth





[Próxima entrega: Irlanda del Norte]