miércoles, 8 de abril de 2009

Poesía de sábado noche

Hay muchos hombres y mujeres que vienen al bar y se pasan horas leyendo un libro o escribiendo. Me gusta observar a esas personas. Suelen tienen un aire absorto y concentrado a pesar del barullo tan español que suele haber siempre, y siempre te sonríen cuando les pones otra copa delante o alguna tapa.



El sábado pasado había una de esas personas sentadas en la barra. Era un hombre de aire algo distraído que tenía delante de él una copa de tinto y una libreta abierta. No tenía ese aura bohemia que suele rodear a este tipo de gente, sino que parecía más bien un oficinista que acababa de salir del trabajo.

Lo cierto es que al cabo de un rato consiguió enervarme, porque cada vez que yo pasaba por delante, él levantaba la vista y me miraba, y yo, pensando que quería algo, le preguntaba cada vez: Möchten Sie noch etwas?, y siempre me negaba con la cabeza.

Ya casi al final de la noche se acercó al lado de la barra donde yo estaba y se quedó de pie, mirándome, sin decir nada. Me sentí entre intrigada e incómoda, incluso algo estúpida, pero le sonreí y le volví a preguntar: Möchten Sie etwas? Entonces me tendió un posavasos y me dijo: Here, it's for you. It's been a long time since I last wrote, but tonight I wrote this for you. (Vaya, resultaba que era inglés, y yo toda la noche hablándole en alemán.) No sé muy bien qué hice, si me reí, le sonreí o qué, pero pienso que acerté a decirle Thank you mientras cogía el posavasos. El hombre se marchó sin decir nada más y yo me puse a leer:

Raphaelian beauty -
whose startled attraction cannot be hidden behind foam-rimmed glasses of Yosoy.
A glance -
eyes widen so...
But all business in a tight white apron.



Pensé que, al fin y al cabo, hay días en los que merece la pena ser camarera. También pensé en qué bonita casualidad: esto ocurrió el día en que comuniqué a mis jefes que dejasen de contar conmigo a partir del 31 de mayo.


1 comentario:

Unknown dijo...

Creo que las casualidades no existen...