Mi Berlín huele a kebab y sabe a sushi.
Mi Berlín toma café con mucha espuma de leche.
Mi Berlín nieva en febrero, florece en abril y llueve en agosto.
Mi Berlín piensa en alemán, habla árabe y ruso y sueña en español.
Mi Berlín siempre ha sido mujer.
En otro tiempo se arremangó la camisa, se puso un pañuelo en el pelo y empujó carritos llenos de escombros para volver a hacerse a sí misma.
Ahora Berlín viste con leggings rosas y un jersey amarillo que encontró en el mercadillo de Boxhagener Platz por dos euros (donde, por cierto, también encontró esas tazas de café tan genialmente pasadas de moda). Tiene un tatuaje en el tobillo y está ahorrando para hacerse uno en el hombro.
Berlín vive de alquiler en Friedrichshain, sale por Kreuzberg y los domingos de resaca toma el sol en Mauerpark. A Mitte sólo va a tomarse una cerveza de vez en cuando y siempre a las linke Kneipes donde se proyectan pelis polacas y la Berliner cuesta uno ochenta.
Berlín se mueve con una bici desvencijada y que chirría incluso en enero, recicla y se toma las cervezas de medio litro en medio litro (Pils, immer Pils). Disfruta escuchando minimal electro y tiene tocadiscos en su habitación. Lee el periódico, sólo va a las manifestaciones en las que cree y aborrece Ku'damm, Potsdamer Platz y sus dos rascacielos. En cuanto sale el sol se pone en biquini en el parque de abajo de su casa y organiza barbacoas que empiezan a las cinco de la tarde.
Berlín es bastante desastre, se acuesta cuando ya ha salido el sol y se levanta resacosa los lunes. Los miércoles va a conciertos de jazz. Nació en otro lugar, cuyo nombre dice que no recuerda, pero ya ha encontrado su casa.
Sus amigos dicen que es muy divertida y auténtica. Las malas lenguas aseguran que es esnob y que le gusta hacerse la interesante. Yo creo, si me permitís la paráfrasis, que tiene la frente muy alta, la lengua muy larga y la falda muy corta.
Lo único cierto es que a Berlín le importa un comino lo que piensen de ella.
[Para Eva]
2 comentarios:
¡Bravo para este entrada poética! :-)
que bello texto... de casualidad llegué aquí y fue una sorpresa, no he podido parar de leer lo que escribes... de una u otra forma me siento identificada, con lugares, frases y vivencias...
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